La vivienda en el vivir rural : estado, procesos sociales y deficit habitacional
Abstract
La Comisión Nacional de Vivienda calcula que el déficit habitacional suma 4.3 millones de viviendas (CONAVI, 2005). Este afecta a más de 18 millones de mexicanos que no tienen vivienda o que tienen problemas de espaciamiento, dotación de servicios o usan materiales precarios en la construcción. En el medio rural el déficit se agudiza: el 55% de las viviendas rurales presentan hacinamiento, el 43% no tiene drenaje, el 71% no dispone de agua y el 19% no cuenta con sanitario (INEGI, II Conteo de Población y Vivienda 2005). Hasta ahora el déficit habitacional se ha medido con el referente urbano, pero es un concepto todavía en construcción. Las viviendas rurales deficitarias son signo de la pobreza generada por la constante transferencia de recursos del medio rural a lo urbano e industrial (Pradilla, 1995) producida por la concentración de riqueza en procesos sociales en los que participa el Estado, el mercado y el individuo. El efecto principal es la desarticulación social, o individualización, que media la competencia individual por el acceso al mercado de trabajo y de bienes en todas las esferas sociales. Una manifestación de esta desintegración es la precaria materialidad de la vida rural. El objetivo de esta investigación es reconocer los procesos sociales que producen el déficit habitacional rural con la hipótesis de que el déficit habitacional rural es resultado del mercado de bienes y servicios, las acciones gubernamentales y la respuesta social que el grupo doméstico logra dar, ante la individualización resultante del proceso histórico y económico de empobrecimiento social. Para comprobar la hipótesis, en el año 2005 se realizaron 14 entrevistas en tres estratos socioeconómicos de la localidad de San Pablo Ixayoc, al oriente de Texcoco, Estado de México. De éstas se seleccionaron, como estudios de caso, tres grupos domésticos ocupantes de viviendas en franca pobreza. Los resultados permitieron reconocer: 1) distintos mecanismos de empobrecimiento reflejados en la vivienda; y 2) procesos sociales del grupo doméstico como dispositivos que permiten un estado mínimo en la materialidad de las casas que, con todo lo precario que resulta, ha sido, sin embargo, la máxima respuesta posible conseguida gracias a los vestigios solidarios con los que los individuos enfrentan el empobrecimiento histórico rural. Se concluye que el déficit habitacional es complejo por la relación que se da entre el mercado injusto de bienes y servicios, la imperceptible participación gubernamental en materia de vivienda y el debilitamiento del sujeto; y que los nexos de solidaridad social, aunque insuficientes, resultan fundamentales para hacer frente al empobrecido hábitat rural._______According to Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI, 2005), housing deficit is estimated at 4.3 million homes. This affects more than 18 million Mexicans, due to homelessness or poor quality conditions presented on spacing, the providing of services or building materials. In rural area the shortfall is exacerbated by conditions accepted by its inhabitants: 55% of rural households are overcrowding, 43% does not have drainage, 71% does not have water and 19% did not have toilette (INEGI, II Conteo de Población y Vivienda 2005). So far, the size of the deficit rural dwellings has been referred not as a concept of rural development; but urban. For kinds of development, the deficit is a concept which is still trying to be defined. In rural area, it means a sign of poverty generated by the continuing transfer of resources from rural to the urban and industrial (Pradilla, 1995). This phenomenon is caused by the accumulation of wealth that can be reproduced in all spheres of society, in which through several social assistance programs the government, market and individuals take part in. This results on social disintegration or individualism that mediates the individual competition for getting employment and property. Real evidence of such a breaking up is the precarious materiality. The objective of this research is to recognize the social procedures that cause rural housing deficit with the hypothesis that the housing deficit is the result of marketing for goods and services, government participation and the social response that the domestic group manages to give, before the resulting individualization from the historical process of economic and social impoverishment. To support the hypothesis, 14 interviews took place to three socioeconomic strata groups in San Pablo Ixayoc, east of Texcoco, Mexico State in 2005. Three out these interviews were selected as they were the poorest domestic housing residents and represented a study case. The results allowed us to recognize: 1) several mechanisms of impoverishment were revealed on housing; and 2) that groups´ social processes are devices that allow the least material on houses, nevertheless, it has been the best possible response achieved by them thanks to solidarity in order to face the historic rural impoverishment. It can be concluded that, as long as complex relationship of unfair interchange of goods and services, the imperceptible government participation on housing and the weakness of individuals; social ties, although they are not strong enough, they mean essential to tackle the impoverished countryside.
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- Tesis MC, MT, MP y DC [317]